Bioconsciencia y el poder sanador de tu voz

Por Pedro Castejón

Soy médico y ejerzo la medicina integrativa en la ciudad de Murcia. En esta medicina somos conscientes de la importancia de las emociones y los pensamientos en la producción de las enfermedades. Ya la medicina tradicional china hablaba de tales conceptos hace miles de años. Por eso manejamos técnicas que nos ayuden a equilibrar esos pensamientos y esas emociones en nuestros pacientes.

Una de esas técnicas se llama Bioconsciencia. Es un sistema sencillo que, a través del manejo de la voz humana, y de otras herramientas, nos ayuda a reprogramar nuestra mente y nuestro cerebro para vivir con un mayor equilibrio. Eso nos permite ayudar al paciente a curar más fácilmente, porque nos dirigimos a la causa de la enfermedad, o bien facilita hacer una medicina preventiva evitando la enfermedad.

Lo esencial en el ser humano es el amor y todo lo que nos aleja de ese amor muchas veces es somatizado por nuestro cuerpo físico para darnos a entender que nos hemos desviado del camino. Reflexionemos un momento y tomemos consciencia de cuánto hace que no le decimos “te amo” a los seres queridos con los que convivimos. Damos por supuesto que lo saben y no nos damos cuenta de que es necesario exteriorizar esos sentimientos. Igual que abonamos una planta para que se mantenga fuerte y sana, hay que nutrir nuestro corazón con palabras de amor. Con Bioconsciencia utilizamos la voz humana para alimentar esas importantes emociones, bien sobre uno mismo o bien sobre nuestros seres queridos.

En el sistema también se utilizan otras herramientas, como la visualización, la gestión del tiempo y de las emociones, el puente de la vida, plantillas y videos bioconscientes, etcétera. Recientemente se ha lanzado la formación del método online, con la intención de hacer asequible a cualquier persona del planeta la adquisición de estos conocimientos.

Porque su sencillez los hace asequibles tanto a los profesionales de la salud, como al público en general. Es de las pocas técnicas de autoayuda que tiene una validación científica, porque en 2017 se publicó en la revista Nure un estudio que se hizo con personal sanitario de la Región de Murcia donde se demostraba la efectividad en la mejoría de la calidad de vida de todas las personas que lo practicaban e integraban.

Esta información viene de diferentes caminos, destacando las enseñanzas de la Isla de Pascua, donde los maestros espirituales ancestralmente utilizaban la voz humana para la sanación. Hay referencias de que otras culturas antiguas también habían manejado la voz humana con este fin, como los aborígenes australianos. Es algo inherente a las tradiciones que han servido de guía a la humanidad.

Los trabajos científicos de Masaru Emoto demostraron como el agua se impregna de las vibraciones a las que está expuesta. Si tenemos en cuenta que el 70% de nuestro cuerpo es agua, y que el sonido se transmite en el agua 5 veces más rápido y más potente que en el aire, podemos concluir que esa agua es capaz de ser modificada por las vibraciones de nuestra voz. Este investigador demostró que si al agua se le habla con palabras de amor cristaliza de una forma muy armónica, sin embargo, si se le habla con palabras destructivas cristaliza de forma anárquica. Eso ocurre en nuestra agua interior, si le hablamos con palabras de amor se armoniza y eso influye directamente en nuestros sentimientos y en nuestra parte física. Si hablamos o pensamos negativamente esa agua se estructura de forma anómala y puede ocasionarnos problemas, y esa infelicidad se puede transformar en enfermedad. Por eso en Bioconsciencia utilizamos este conocimiento para construir una vida más equilibrada y compensar las situaciones negativas que podamos atravesar en nuestra vida.

Hablamos también de una visualización bioconsciente cuando nos entregamos a este proceso de crear imágenes en nuestra mente con toda la intención e intensidad que se requiere para que se produzcan cambios reales en nuestra experiencia de vida. Los estudios demuestran que cuando visualizamos algo de una forma muy vivida, se activan en el cerebro las mismas áreas neuronales que cuando realizamos la acción. Valiéndonos de esta plasticidad neuronal, es otro de los elementos que utilizamos para provocar cambios positivos en nuestra vida. Se han creado videos para facilitar esas visualizaciones según las características de cada enfermedad. Por ejemplo, si un paciente oncológico mira un video donde cambia la palabra quimioterapia por saludterapia, y visualiza que ese medicamento es como una luz que le está sanando, es capaz de cambiar en su mente el miedo al tratamiento, y eso puede hacer desaparecer los efectos secundarios que suele tener. Todo está en nuestra mente y en nuestro cerebro, y a través de estas sencillas técnicas podemos modificar patrones negativos aprendidos por otros positivos y sanadores.

También utilizamos otras técnicas para hacernos más conscientes de los errores que cometemos a diario y programar una mayor coherencia de nuestra vida cotidiana. Algunas de ellas también proceden de esa información milenaria de la Isla de Pascua. Por tanto, vemos que es un sistema muy completo a la vez que sencillo, para conseguir un mayor nivel de felicidad y por tanto de salud.

Como médico he comprobado que es una valiosa ayuda en los tratamientos que hago a mis pacientes. Les permite entender mejor su enfermedad y responsabilizarse en su proceso de cambio. Se llenan de optimismo, y sabemos que eso estimula al sistema inmunitario.

“Donde ponemos la atención, ahí ponemos nuestra energía”. Veo muchos pacientes que están sumidos en el dolor y la negatividad, que no están dispuestos a hacer un esfuerzo por salir de donde se encuentran. He comprobado que eso dificulta su curación, y suelen incluso abandonar los tratamientos. Sin embargo, hay otros pacientes que siguen las pautas de trabajo personal que les ofrezco, además de los diferentes tratamientos terapéuticos que utilizo. En ellos se suelen ver mejorías espectaculares.


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